sábado, 19 de julio de 2014

PLATON

PLATÓN


El político y el ciudadano como ideal pedagógico. Hablar de Platón nos exige ubicarnos en dos momentos de su existencia. En el primer momento nos ocuparemos de los planteamientos políticos y educativos del filósofo dados a conocer en su libro la República y posteriormente abordaremos el dialogo en el cual Platón da un giro al planteamiento de formar filósofos para el gobierno del estado.

PRIMER MOMENTO: 


La derrota de Atenas en la guerra del Peloponeso y el caos  económico, político y cultural de la misma al estar gobernada por comerciantes, artesanos y marinos, de poco agrado para las familias aristocráticas a las que pertenecía Platón.

 Frente a este acontecimiento Platón buscó las causas de la derrota en la desmoralización ciudadana, y atribuyó esta al sistema de educación ateniense, en contra posición a los triunfos tenidos por Esparta, debido a la excelencia de su sistema educativo; pensaba que Atenas debía abandonar sus instituciones políticas y pedagógicas tradicionales e imitar las espartanas, ideas expuestas en su obra la República en la que se ocupó del estado, la educación y las leyes. 

Atenas debía, en consecuencia, dar un giro a sus instituciones políticas, ello significaba abandonar la democracia (según se entendía en la época), y optar por un gobierno timocrático basado en la noción del honor, asumir una organización social y estatal basada en la configuración de clases rígidas, artesanos y guerreros dirigidos por filósofos formados para ello, los cuales, según Platón eran los únicos capaces de gobernar por su sabiduría.

Así mismo la educación Ateniense basada en la libre enseñanza y posibilidades de asistir a cualquier escuela bajo la dirección de un maestro privado, debería cambiarse por un sistema de educación estatal como el espartano, que valoraba el filósofo por su excelencia.

En consecuencia con su teoría, el fin de la educación es formar ciudadanos, preparar una clase dirigente política, porque según el filósofo, el fin del estado es mantenerse unido porque sin cohesión social no hay vida posible, y solo se mantiene unida una sociedad si sus gobernantes conocen el arte de dirigir y gobernar.


El camino para conseguir esta formación es la filosofía y el ideal el gobernante filosofo.

De acuerdo con estos preceptos Platón propone las siguientes etapas para la educación.

Etapas de la Educación :

1. De los primeros años a los seis. El niño está al cuidado del hogar.

2. De los siete a los trece. Pasa a ser dirigido por un paidotriba en donde aprenderá la gimnasia y los elementos básicos de la educación intelectual (lectura, gramática y música).

3. De los trece a los dieciocho. Continuaba con mayor intensidad la educación intelectual y física.

4. De los dieciocho a los veinte. Emprendía la Efebía, ultima institución característica del mundo helénico en donde se continuaba la educación deportiva, militar e intelectual. 
La Efebía era una institución típica del mundo Helénico, allí se aprendía en forma integrada la educación militar, deportiva e intelectual.

Estaba destinada a la formación de los vástagos de las familias nobles y apuntaba a la llamada juventud dorada. 


En esta etapa el joven llevaba una vida comunitaria con sus compañeros de armas y deportes, participaba en torneos deportivos y aprendía los manejos de las armas.

5. Terminada la efebía los más hábiles por su formación continuarían sus estudios hasta los 35 años, momento en el cual comenzaba la preparación de  los filósofos para la dirección de la Polis. 
Las materias para esta formación  superior eran las matemáticas, la filosofía y la astronomía; el filósofo  estaría preparado para la dirección del estado después de los 50 años.

En este sentido la filosofía debía ser la base de la formación del hombre y no la poesía y la hazaña como en Homero.

En este sentido se comprende que la pedagogía de la época según Platón, fuera ante todo política cuya preocupación central seria formar hombres de estado, ciudadanos y reforzar la devoción a la comunidad.

SEGUNDO MOMENTO:

Está ligado a la vida política del filósofo, a sus aspiraciones y experiencias por ser un hombre de estado y su participación en la corte del tirano de Siracusa, lo que terminó en un fracaso al no poder llevar a la práctica sus teorías acerca del gobierno basado en la Filosofía.
En este momento Platón parece dar un giro a los planteamientos de una filosofía política y a su anhelo de formar hombres para el servicio de la ciudad, solo con esta logrará su salvación para llegar a una concepción personalista de la educación; por eso plantea en la República: el filósofo renunciara a esta ambición inútil -reformar el estado- y replegándose sobre sí mismo regresará hacia la ciudad interior que le llega a su propia alma.
Su enseñanza se dirige ahora a la formación de un grupo que renunciara a su tarea de dirigir el estado y asumirá una sabiduría personalista para ocuparse de sus propios asuntos.

De esta manera, Platón abandona el concepto de sabio y gobernante, en consecuencia, el filósofo deberá definitivamente establecer los fundamentos de una cultura personal; en este sentido, la pedagogía tendrá como núcleo fundamental la formación inspirada en la personalidad y la vida interior del filósofo y de los individuos. 

Al final de su vida Platón vuelve a creer que la libertad para el supremo bien solo podrá obtenerse a partir de la persona y en cierta medida, desligándose de toda preocupación exterior.

De ahora en adelante la personalidad será el ideal educativo en las filosofías Helenístico Romanas de la vida como son el hedonismo, el Estoicismo, escepticismo y el cinismo.

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